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jueves, 23 de agosto de 2012

A.I /BLUES/ (Conversación entre Joan y Rafa)

 Acabáis de publicar vuestro primer disco y os enfrentáis también al reto de cambiar dos piezas fundamentales de la banda, como son ambos guitarristas. ¿Cuestión de mala suerte o ya se sabía antes de grabar el álbum? ¿Cómo creéis que afectará el cambio al grupo? 
Rafa Murillo: Sabíamos que Toty había pensado dejarlo. Queríamos seguir con Pere, pero él tampoco se ha visto con ánimos de continuar, por lo menos en una banda como A.I.. Cuando formamos el grupo no teníamos intención de que estuviese formado por dos guitarras, realmente; eso fue algo circunstancial y, en esos momentos, incluso lógico: Toty y Pere llevaban años tocando juntos  y se compenetraban bien, así que lo probamos y la fórmula funcionó. Pero, en fin, no se puede obligar a la gente a seguir teniendo interés en un proyecto, porque tocar sin motivación es lo peor que le puede pasar a un músico. También por entonces Gato y yo ya habíamos formado Trance, así que mi intención también era dejar A.I., porque me veía raro ejerciendo de vocalista y letrista en dos grupos a la vez, aunque estos sean bastante diferentes entre sí. Me consolaba pensar que en poco tiempo A.I. habíamos logrado cosas importantes, aunque al mismo tiempo eso me hacía entender menos la decisión de los dos guitarristas de dejarlo y, por otro lado, a los tres que quedábamos nos daba pena y rabia tirar tan fácilmente la toalla, y más cuando íbamos a sacar un LP. ¡Y, joder, que los temas eran buenos! Ya encontraríamos a alguien…
De hecho, en apenas unos meses Gato y tú publicáis disco con A.I. y con Trance. ¿Cómo es la convivencia entre las dos bandas? Da la impresión que tener dos proyectos en marcha os ha permitido explorar dos vertientes diferentes de vuestros gustos musicales y dos maneras de hacer punk complementarias… 
La convivencia es perfecta porque, además, compartimos el mismo local. Y sí, son dos facetas diferentes del punk, aunque puedan tener puntos en común. El punk es algo mucho más variado de lo que algunos creen. En Trance hemos podido sacar temas que no veíamos muy claro que funcionasen en A.I., cosas más sencillas tipo inicios del punk rock y también con influencias del garage y el sixties pop o así. En A.I. esas influencias también están ahí, pero más extremadas, porque es una banda más hardcore. El HC es algo que no pensamos tocar en Trance, lo que no quiere decir que no saquemos temas rapiditos. El HC no es solo velocidad.
¿Hasta qué punto eran importantes en la composición de las canciones de A.I. Toty y Pere? ¿Tenéis ya una idea de quienes los van a sustituir? 
Las dos guitarras formaban un muro de sonido poderoso, y crearon unos solos y arreglos muy interesantes, pero bueno, creo que para un grupo punk tener dos guitarras no es algo imprescindible, así que ahora estamos ensayando con Tomeu de Disease, Quatermass…, que es muy bueno, rockero total, no hace falta decirlo, y está poniendo todo su interés en aprenderse los temas. No tienen por qué ser un calco exacto de como eran antes; de hecho, si Tomeu les aporta su sonido e impronta personales, tanto mejor. Más adelante podríamos sacar temas nuevos, también.
Así las cosas, ¿cuándo podremos ver en directo a A.I. presentando el disco? ¿Cómo van a cambiar las cosas a partir de ahora? 
Hay muchas ganas de tocar con Tomeu, pero no nos precipitemos. Los temas de A.I. tienen su intríngulis, algunos no son tan fáciles de pillar a la primera. Cuando tengamos una media hora bien hecha la escupiremos en directo. Lo que venga después nadie lo sabe, pero ya hay alguna idea flotando en el ambiente…
Porque, ¿quién aporta las ideas en el local a partir de las cuales van surgiendo los temas? 
Cuando Gato y yo nos juntamos con Fede, Toty y Pere, éstos ya tenían un par de temas instrumentales. Les puse las letras y los adaptamos un poco. A partir de ahí todos pusieron su granito de arena, no me voy a colgar medallas, pero todas las letras, excepto la versión de Los 113, y la mayoría de las ideas eran mías, aunque Toty aportó algunas y Gato también tiene mucho peso en las composiciones, en el ritmo, la cadencia y los cambios que podrían tener.
¿Te sientes cronista de tu generación? Tanto en El reino de la estupidezcomo en Maldición hay un buen puñado de himnos que, creo, resumen bien cómo se siente nuestra quinta: treintañeros cascados sin un futuro claro a los que nos prometieron mucho y traicionaron. 
¡No, por favor, no te pases, no me quieras dar esa responsabilidad! Yo me siento cronista de mí mismo, si acaso. Y también comento impresiones y cosas que pasan a mi alrededor. O no. Pueden también ser puras fantasías. Es cierto que pertenecemos a una generación jodida y vacía, pero eso siempre ha pasado (Blank Generation, Richard Hell, 1977) y el punk y buena parte del rock, de una forma u otra, lo ha reflejado. Lo que pasa es que a la nuestra le han tomado el pelo a base de bien, y se lo siguen tomando. Algunos protestan, por fin, y “espero que eso no sea una moda más” (“Es tu futuro”, A.I.).
¿Tenías una idea concreta del tipo de temas que querías tratar en las letras de A.I.? Porque a mí me ha sorprendido, y para bien, que en Trance te hayas abierto a otras temáticas…  
En el fondo no hay grandes diferencias al tratar los temas en una banda o la otra, pero en la forma tal vez sí. A.I. es un planteamiento más duro, más violento, si quieres, y las letras son más hardcore de una forma personal, más sociales o “políticas” en cierta forma, aunque no me convence mucho esta calificación; pero sí, como se dice, “todo en la vida es política“… Trance es algo más rockero, más bailongo y que te inclina a hacer unas letras más sarcásticas, frívolas o absurdas. Eso es así la mayoría de las veces, pero esta frontera se puede difuminar. Esto resulta obvio si se escuchan ambos LPs. Porque en A.I. siempre ha habido algo de humor, y en Trance hemos acabado tratando asuntos más “serios”, en contra de lo que se podría esperar, incluso para nosotros mismos.
Supongo que os debe hacer sentir viejos, pero creo que uno de los puntos más importantes del grupo es la experiencia de sus integrantes. Supongo que en el punk eso también es un grado… 
Nadie nace enseñado y la experiencia te da tablas, evidentemente, pero no porque seas un veterano del Vietnam es eso garantía de que todo lo que hagas vaya a ser bueno, invariablemente. Hay que currárselo, ser autocrítico y no creerse nada demasiado.
De vuestros proyectos anteriores, ¿con cuáles habéis aprendido más? 
Aún a riesgo de ser demasiado diplomático, diré que yo he aprendido con todos. E incluso desaprendido, que es igual de importante. De los errores sacas soluciones. En mi caso, a partir de Dr. Doom es cuando yo he comenzado a sentirme más a gusto con mi voz, por ejemplo.
¿Quieres decir cuando hablas de temas nuevos e ideas flotando en el ambiente que A.I. todavía tiene recorrido? Teniendo en cuenta que antes dabas a entender que podría tratarse de un proyecto ya amortizado… 
Verás, es que aparte de la implicación y responsabilidad que supone estar en dos bandas a la vez, estaba la cuestión de encontrar locales y, luego, tener que pagar dos alquileres, algo que yo no me puedo permitir. Como finalmente compartimos local, eso está solucionado, y por lo demás nos lo tomaremos con más calma. Lo primero es lo primero, y lo primero ahora es preparar un buen repertorio. También sé que nos tienen ganas en la península, así que está la posibilidad de escaparse algún finde o así. No sé si A.I. está amortizado, pero por ahora no está finiquitado.
¿Cómo se siente uno cuando comparan su disco con el Demencia de Cerebros? ¿Ves tú una conexión entre ambos grupos y discos? 
En primer lugar, aunque digan que las comparaciones son odiosas, me siento bien de que nos comparen con los pioneros, uno de los mejores grupos del Estado y el mejor de Mallorca. Hombre, una cierta conexión pudiera haberla, pero solo porque es punk. Creo que son dos obras muy diferentes. No sé si os referís a similitudes estilísticas, estéticas, éticas (?) o qué… Voy a volver a escuchar Demencia, a ver… ¡Pero, por supuesto, yo he recibido influencias de Cerebros, como debe ser!
Diría que la comparación con Demencia viene por lo que significó este disco en su momento y lo que puede significar El reino de la estupidez, aunque supongo que ni te planteas este tipo de cosas, ¿no? 
Parece ser que Demencia es el LP mejor valorado de Cerebros, dicen que porque es el más hardcore y el que tiene unos temas más elaborados. No sé, yo creo que no tienen un disco malo… En cuanto a nuestro trabajo, efectivamente, no me he planteado eso. Depende de la memoria y el gusto de la gente, si es que en un tiempo sigue habiendo gente metida en el ajo, y no me preocupa demasiado, pero no voy a negar que me gustaría que fuésemos recordados. Sólo es punk-rock, ni más ni menos, pero es reconfortante que haya cuatro locos que tienen tu misma pasión y la valoran. También me gustaría que fuesen igualmente recordadas otras bandas… pero no me apetece mojarme diciendo nombres, que luego se mosquean los que han sido omitidos.
Fede acaba de publicar con su programa de radio un recopilatorio que radiografía el buen estado del punk en la isla ahora mismo. ¿Creéis que es así, que se vive un momento especialmente bueno, o que siempre ha sido así? 
De siempre ha habido bandas cañeras en Mallorca. Cuando yo empecé, no muchas, la verdad; con el tiempo surgieron más. Algunas de efímera existencia y que hubiese deseado que durasen más, pero eso es algo casi normal en el punk. También ha habido mucha promiscuidad, gente que tocaba con varios grupos a la vez, incluso a veces de estilos muy diferentes. Al final todos nos acabábamos conociendo. Eso aún sigue un poco, a pesar del lamentable cierre de los locales del hipódromo, que era un buen centro neurálgico; pero también se nota más una cosa que comentábamos el otro día: hay poca sangre fresca. La mayoría de los que tocamos somos prácticamente los mismos que lo hacíamos hace cinco, diez años o más. Hay muchas bandas, pero somos los mismos. No parece haber una renovación generacional fuerte, por lo menos como nos gustaría, y no solo en el punk, sino en el rock en general. Sin una nueva hornada, el futuro se ve bastante pobre. Sería deseable que hubiese un sector más amplio de gente joven que no pensase que lo más rockero y auténtico son las cosas de la tele-radio-fórmula y que como público asistiese más a conciertos que no fuesen necesariamente de monstruos consagrados.
Respecto a lo que comentas de los grupos nuevos, a mí lo que más me entristece es comprobar que tampoco hay público nuevo. En los conciertos también somos los mismos de siempre, más o menos, los que ya estábamos allí hace diez años menos las bajas. 
Exactamente, eso ocurre con el público, también. A menudo éste es el mismo personal que forma parte de bandas, a su vez. La sociedad digiere siempre los movimientos más auténticos y los vomita convertidos en un truño informe, así que la peña joven por lo general solo se queda con la estética rockera para lucirla en las discos, todos quieren ser como el personal del programa ese de Tele 5 que quieren hacer creer que van a buscar el amor, sólo conocen los dos o tres clásicos y los dos o tres hypes del momento, siendo generosos, y no van a conciertos en directo porque prefieren escuchar música enlatada mezclada muy artísticamente por un DJ, que son las verdaderas nuevas rockstars sin necesidad de saber tocar un instrumento. O ni eso, prefieren otros medios de ocio. Videojuegos. Un asco, sí. Pero ahí estamos, estúpidamente quijotescos. Es un trabajo sucio, pero… Acaba tú la frase, Madame.
Pues eso… 

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